ME DIRIJO A VOSOTROS
Y debéis escuchar la voz del Altísimo y debéis ser consciente de que no hay otro camino hacia al Padre que guardando Sus mandamientos y practicando el amor. Y si le obedecéis, también os dedicaréis a Él con amor … Entonces cumpliréis Su voluntad y entonces estaréis en Su gracia. En el tiempo de angustia, que aflige a la tierra, tenéis el apoyo justo, porque sabéis que el Uno se preocupa por vosotros y os protege de todos los peligros. Porque si creéis con firmeza y sin dudas, esta fe es vuestro muro protector contra todos los peligros del cuerpo y del alma. Sólo aquel que está tan profundamente en la fe que nada puede sacudirlo también estará a salvo de todo peligro, porque confiadamente da su vida al Padre celestial y por eso está en buenas manos, porque el Padre no abandona a los que son Suyos.
Y así se te dará hoy un señal visible del amor divino, porque debes recibir la palabra del sermón divino:
Debéis construir un santuario para vuestro Señor y Salvador, debéis edificarle un altar en vuestro corazón para Él … preparar una morada para alojar en ella al divino Redentor … haréis todo lo posible para limpiar vuestro corazón para que sólo Él pueda residir en ello y permanecer con vosotros por toda la eternidad … “Así veis, hijos Míos en la tierra, cómo Yo, vuestro Salvador, cortejo por vuestro amor … Vosotros sois Mis criaturas desde la eternidad, vosotros sois espíritu de Mi Espíritu, destinados a crear y vivificar como Yo …
Pero vuestros pensamientos sólo están dirigidos hacia la materia … vuestros anhelo es por los bienes terrenales, el honor y la gloria, y os olvidáis de que sois Mis seres y os volvéis hacia las tinieblas … desprendeos del mundo y entonces reconoceréis lo que vale ser deseado … Sólo cuando renunciéis al mundo lo recibiréis en una medida mucho mayor, porque Yo os preparo bienes celestiales imperecederos, quiero formar vuestra vida en la eternidad a una felicidad inefable … Quiero daros todo, con tal de que abandonéis voluntariamente el mundo por Mí.
No os escondáis de Mí … buscadme para que Yo pueda ser hallado y usad vuestro libre albedrío para seguirme porque vuestra patria eterna es Conmigo … y la verdadera felicidad … la paz verdadera solo la encontraréis Conmigo, Que está dispuesto a daros todo y puede dar la paz a vuestro corazón para siempre. Y una vez que Me habéis encontrado, quiero protegeros de todos los ataques y tentaciones del enemigo … Pero vosotros tenéis que darme vuestra voluntad y dejarme obrar y gobernar en vuestro corazón, y seréis inefablemente felices ahora y también en la eternidad …”
Amén